viernes, 12 de noviembre de 2010

AIRES DE LIBERTAD

Por Romina Arroyo

Grandes fueron las emociones que se vivieron en el penal de Villa Las Rosas de la ciudad de Salta cuando se inauguró oficialmente la Escuela de Boxeo que lleva el nombre de ex campeón mundial mediano Carlos Monzón.

La Municipalidad ya inauguró dieciséis gimnasios en la ciudad, pero éste tiene un significado distinto para la sociedad salteña y la comunidad carcelaria.

El recinto está ubicado en el sector de “Bienestar”, (sitio en el que los internos realizan actividades recreativas) y cuenta con un cuadrilátero, guantes, vendas, protectores, bolsas, y todos los elementos imprescindibles para practicar la actividad. Es que este ambicioso proyecto no hubiera sido posible sin el apoyo de la Municipalidad que, junto a la Secretaría de Acción Social y la Cooperadora Asistencial, brindaron la indumentaria y el apoyo necesario.

Después de pasar la “requisa” y un sinfín de rejas, nos dirigimos periodistas, autoridades, entrenadores y boxeadores al corazón del penal. Finalmente, aparece el ring de entrenamiento donde las bolsas se mecen lentamente como dándonos la bienvenida. Me detengo un momento y miro a mi alrededor detenidamente porque me enorgullece saber que un espacio, que huele a boxeo, es tan preciado para los jóvenes que lo practican allí desde hace tan sólo dos meses.

“Hacer boxeo me ha cambiado la vida”, expresa emocionado un interno. Inmediatamente otro recluso, al que apodan “Villa”, agrega: “todavía no puedo creer que tengamos este lugar, me levanto feliz todas las mañanas porque sé que a la tarde podemos entrenar”. Pocos minutos después, el director general del servicio penitenciario, Dr. Martín Martínez toma el micrófono y destaca la labor de “El Diablo” Toconás en su lucha por la concreción de este espacio. Toconás, es una persona fuera de lo común, está a cargo del entrenamiento y la dirección de la escuela y es doblemente respetado por desempeñarse como agente penitenciario y haber sido campeón en el torneo de los barrios durante la década del 80´.

En cada historia y dentro de las tristes rejas que hacen un ruido ensordecedor cuando se cierran, el boxeo aparece en los presos de Villa Las Rosas como un sueño hecho realidad. Además, entienden que es una gran oportunidad que no deben desaprovechar, “sabemos que debemos tener buena conducta si queremos entrenar acá porque esto es como un premio para nosotros”, destaca “Villa”.

Volcarse al deporte, interactuar con los pares, tener una vida sana, soportar de la mejor manera el encierro diario y la preocupación por la reinserción social, son algunos de los motivos por los que Mario Moreno, el Director de las Escuelas Municipales de Boxeo y el resto de las autoridades, se atrevieron a apostar e insistir en este desafío que ya está dando sus frutos.

El miércoles 10 de noviembre el penal se vistió de fiesta. Los internos se preparaban para realizar seis combates amateurs luego de la simbólica inauguración del gimnasio. Disfruto la preparación de los boxeadores, inhalo hondo porque aunque sea paradójico, allí se respira aire de libertad. En este instante no caben la violencia sino el respeto por el otro, revive la alegría olvidada y se mezclan las emociones compartidas, el boxeo ahora es el bien más preciado de Villa las Rosas.