
El pigu Garay resignó su título mundial mediopesado
ante el español Gabriel Campillo.
En un comienzo, impuso condiciones el hombre de Tigre.
Acorraló al espigado púgil madrileño y le descargó ráfagas
de golpes que le permitieron llevarse las tres primeras rondas.
Sin embargo, al inicio del 4º episodio, el visitante empezó a
manejar la contienda con precisos lanzamientos de media
distancia. En tanto, el pigu se diluía en su falta de ideas
(y respaldo físico).
Gabriel Campillo (18-2, 6ko) dominó el segmento medio del combate
propinándole un castigo severo con rectos y envíos ascendentes.
Por momentos, fue un monólogo del europeo que estuvo a punto
de quebrar al argentino en el décimo y undécimo round.
El pigu (32-4, 17ko) se jugó en la última vuelta a fuerza de corazón.
Vacío y sin fuerzas, logró llevarse el asalto final.
Las tarjetas consignaron un fallo mayoritario para el español, aunque
a decir verdad, Gabriel Campillo se había adjudicado el triunfo
por amplitud.
(El jurado determinó: 114-115, 114-114, 113-114)
En pocas palabras, un paso atrás para Garay que debe aprender
que no hay rival chico.
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