La imagen es más que elocuente y refleja el instante exacto en que Dempsey sale despedido del cuadrilátero tras recibir un poderoso derechazo del sudamericano sobre la mandíbula cuando agonizaba el primer asalto del match (el argentino había sido derribado en siete oportunidades).
El local debió ser auxiliado para volver al encordado y el árbitro, Johnny Gallagher, no realizó la cuenta correspondiente sino hasta que Dempsey retornó al ring.
Lo lógico era un inminente triunfo por nocáut. Sin embargo, ante la sorpresa de los 80000 espectadores presentes, Gallagher permitió que las acciones siguieran su curso normal y Firpo
perdió por la vía del sueño en la segunda vuelta.
El 31 de diciembre de 1923, el boxeo pasó a ser legitimado en la República Argentina gracias a aquella hazaña del "Toro Salvaje de Las Pampas".
Por eso rendimos tributo los 14 de septiembre a nuestros queridos gladiadores.
A todos ellos, ¡ FELIZ DÍA DEL BOXEADOR !
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