viernes, 21 de mayo de 2010

Gloria y tragedia


Pasaron 34 años, fecha simbólica para recordar a dos de los más grandes pugilistas que dio Argentina. Ese 22 de mayo de 1976, la noticia llegaba de Nevada. Habían asesinado al boxeador más carismático de la historia, Oscar Ringo Bonavena dejaba este mundo físicamente, porque Ringo nunca morirá. Sus frases, su corazón de tipo bueno, su amor por la familia y su coraje para plantarse de tu a tu con Joe Frazier, o el gran Alí, quedan en la mente de todos los que aman el boxeo.
Por las cosas del destino ese mismo día, el 22 de mayo de 1976 en Sudáfrica, Victor Galíndez noqueaba a Richie Kates, con el rostro ensangrentado se ricibía de guapo. El mundo del boxeo se sacudía por la demostración del hombre de Vedia. Un día de tragedia y gloria que nadie olvidará.


Por José Bocassi.

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