domingo, 16 de mayo de 2010

Narváez atrapó la corona súpermosca






Foto: Gabriel Muñoz.

En su primer desafío en las 115 libras, Omar ``EL HURACÁN´´ Narváez superó por puntos en decisión unánime al nicaragüense Everth Briceño y se proclamó bicampeón de la Organización Mundial de Boxeo.

Si bien el chubutense salió airoso de manera inobjetable, según la apreciación de CAMPEONES EN EL RING por 119/106, Narváez no deslumbró con su desempeño. En parte, debido a los constantes cabezazos que recibió a lo largo del match y por medirse con un retador acostumbrado a los 52kg que no amainó el castigo en ningún momento.

Dentro de una tónica de paridad en los dos primeros segmentos, donde el argentino sacó pequeñas ventajas en el detalle, Briceño se afirmó en el tercer asalto con reiterados impactos al rostro y predominó en al contraataque. Sería este el único round que le adjudicaríamos al visitante.

En el siguiente, a Narváez se lo notó falto de distancia y le venía cediendo la iniciativa al ``nica´´ cuando, de pronto, en la agonía de la vuelta, el supercampeón estrelló una izquierda estupenda sobre la mandíbula para equilibrar el desarrollo.

Ya en el quinto giro, y tras un envío que impactó en la cintura del trelewense, el réferi puertorriqueño Luis Pabón, le descuenta un punto al centroamericano en lo que a nuestro criterio, pareció ser una determinación apresurada; ya que consideramos que, al menos, debería haberse hecho una advertencia previa a la quita. Hubo también un pisotón (lógico por la postura de uno y otro: zurdo-diestro) y Briceño visitó la lona. Más allá de ello, el hombre record de defensas resultó superior al aterrizar dos voleados de izquierda sobre la humanidad del improductivo caribeño.

En el séptimo, un impecable cruzado de izquierda hace peligrar la estabilidad de Briceño y, poco después, un cabezazo suyo abre una herida sobre la ceja izquierda de Narváez. Sin embargo, no hubo descuento por haber sido casual (así lo dio a entender Pabón).

Un nuevo cocazo desencadenaría el inminente (-1) para Briceño en el octavo, luciendo falto de resto físico, al tiempo que Narváez incrementaba su dominio y poco a poco, pasaría a ser el ``HURACÁN´´ que vistea, juega y desdibuja a su oponente con la categoría de siempre.

Todo de Narváez de aquí al final, con un descuento en el undécimo (para Biceño) y otro encontronazo que cortó la ceja derecha del patagónico.

En fin, se hizo imperante esperar el momento de intervención de los jueces y estos fallaron a razón de 117/108 (Robles); 118/107 (Cerdán) y 117/108 (Ramos).

Omar Andrés Narváez se aseguró una nueva página en la historia argentina entre los reyes súpermoscas. Repasemos: primero Gustavo Ballas (1981), Santos Laciar (1987), Carlos Salazar (1995) y el flamante monarca Omar Narváez (2010). Y además, con el bicampeonato, equiparó la marca de aquél extraordinario y encumbrado cordobés, Santos ``falucho´´ Laciar.

¿Qué se vislumbra para el futuro? En principio, su representante, Osvaldo Rivero, había dicho en conferencia de prensa que podría haber una chance ante el mexicano Hugo Fidel Cazares (31-6-2,22ko) para fines de este año. Que así sea.

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