viernes, 9 de octubre de 2009

Monzón me dijo: “Si le gano vas a viajar siempre conmigo”

Haciendo referencia a las palabras de su amigo antes de enfrentarse a Nino Benvenutti, Daniel González nos cuenta los pormenores de una vida rendida al boxeo.

Con motivo de su cumpleaños número sesenta, el recordado boxeador del Monzón Boxing Club, sparring de Carlos Monzón, retador de Guillotti, Campanino y Sugar Ray Leonard nos cuenta jugosas anécdotas.

¿Cómo empezó tu amor por esta disciplina?

- Yo tenía un hermano que boxeaba. Eran esos tiempos donde tu hermano te decía lo que tenías que hacer y era una obligación hacerlo. Entonces comencé a ir al gimnasio donde estaba Monzón, Amílcar Brusa, y por eso es que llegué a agarrar los guantes.-
Sos de la época de Carlos Villeran, José Lemos y otros tantos…
- Si, Lemos estaba dejando. Roberto Cheta también dejaba y Carlos Monzón recién estaba apareciendo. Pero gracias a Dios a pesar de que muchos de ellos ya se retiraban, aprendí mucho de cada uno. Me enseñaron muchas cosas y todavía tenemos una gran amistad. Yo les estoy muy agradecido, porque ellos ya venían de vuelta y yo recién estaba comenzando.-
Debutaste en 1971 ante Luis Bais, lo noqueaste en el segundo asalto. Y de ahí tuviste una carrera meteórica porque estando con Monzón en la octava pelea ya estabas combatiendo en el Luna Park…
- Claro, lo que pasa es que con Carlos tuve una gran amistad desde el año 1965, cosa que no me voy a olvidar nunca.
Hubo un campeonato argentino en la Federación Argentina de Box y yo estaba parando en el Hotel Maipú, a un par de cuadras del Luna Park. Y en determinado momento quedo solo en Buenos Aires porque pierden todos y yo sigo hasta la final del campeonato. La perdí con Antonio Grosso, por puntos. Eso fue un miércoles y Carlos me dijo “quedáte que el sábado peleo, yo te pago el hotel” y me quedé. Y así fue surgiendo una gran amistad. Después salíamos a correr juntos todos los días a la costanera de Santa Fe.
¿Cómo vivieron la previa a la pelea de Nino Benvenutti?
- Un día, cuando volvíamos de la costanera, antes de que viajara para pelear con Benvenutti, me dice: “te aseguro que a este gringo lo mato o me mata. Pero yo le voy a ganar. Si le gano vas a viajar siempre conmigo”. Y esa frase me quedó grabada en la mente. “Cando yo venga a Sauce Viejo, andá a esperarme” me decía. Bueno, él viaja y sale campeón del mundo. Cuando vuelve yo tenía la duda si ir a esperarlo o no. Me tomé el colectivo y fui. Al momento de llegar, me encontré con que el lugar estaba lleno de gente y él sube a un autobomba y me dije: ¡no…! ¡¿cómo voy a llegar hasta ahí?!. Aparte la humildad de uno, la vergüenza de decir ``acá estoy o no sé´´. La cosa es que él me vio y me gritaba “vení bocón”, porque él me decía así. Así que hizo parar todo y me subió con él. (Cosas que no se olvidan).-
¿Lo acompañaste en todas sus defensas?
- Si, en las catorce. Tuve la suerte de estar a su lado en todas.-
Reflexionando a la distancia, para muchos Monzón fue uno de los mejores de la historia, no solo a nivel nacional sino que mundialmente también. ¿En qué lugar lo ubicarías?
- Y, por lo que vivimos juntos y compartimos siempre, si no es el número uno del mundo es el número dos.-
En un momento se habló de la pelea Hagler vs. Monzón. En el mejor momento de Carlos, ¿quién pensás que hubiera ganado ese combate?

- No tengo dudas de que hubiese ganado Carlos por KO. Hagler era un hombre que venía. Carlos en cambio, era muy pensativo, contragolpeador, muy frío. No me caben dudas de que ganaba Monzón.-
Amílcar Brusa siempre ha sido un hombre que se destacó por formar a muchísimos boxeadores desde amateurs y encaminarlos en el campo profesional. Como es el caso de Oscar Florentín, Aldo Surasqui, Juan Domingo Roldán y tantos más. La escuela santafesina…
- Sí, por supuesto. En estos momentos estoy trabajando con él. Cando el volvió, habían transcurrido dos años desde el momento en que le iban a sacar el gimnasio y la UPCN le hizo otro en Santa Fe. Y tengo el agrado de estar con él.
¿Cómo fue la pelea con Sugar Ray Leonard?
- En ese momento no teníamos mucho para elegir porque nos habían cerrado la puerta del Luna Park. Yo estuve primero en el ranking mundial de los welter jr. y firmé el contrato para pelear contra el campeón de ese momento, un italiano, en agosto de 1975, en Italia. Por esos días, peleaba Carlos con Gratien Tonna. Y no pude hacerla porque se desvinculó Brusa con Lectoure. Me fui un año a París porque acá no podíamos pelear, nos cerraban las puertas en las provincias también. Tuve que pasarme de categoría para combatir y poder medirme con Leonard o con Thomas Hearns. Teníamos que elegir a uno y con Amílcar fuimos a un departamento de la calle 9 de julio y Corrientes para ver peleas de los dos. Nos quedamos con Leonard porque era más petizo. En Estados Unidos yo pesé 66,500kg y Sugar 68,900kg. Entonces, Brusa me dice ``nos volvemos´´. ``¿A dónde?´´, le digo. ``¿Si no podemos pelear en Argentina?´´. Y peleamos igual, me jugué. Me ganó él en velocidad, me derribó dos veces y terminó la pelea.

(Compañero de ruta de Monzón, ahora comparte gimnasio con el maestro Amílcar Brusa. Daniel Aldo González sigue ligado fuertemente al boxeo y promete nuevas figuras para un futuro no tan lejano.
¿Su récord oficial? 52-4-4,30ko).

1 comentario:

ESTEBAN COLOMBOBOX dijo...

Gonzalito querido ,todo un idolo,gracias x todo lo que dite por el boxeo y por Santa fe