El púgil alemán Jurguen Brahemer hilvanó su segunda defensa exitosa como monarca mediopesado de la Organización Mundial de Boxeo, noqueando técnicamente en la quinta vuelta al argentino residente en Caballito, Mariano Nicolás Plotinsky.
Desafortunadamente, no pudimos ver a un Plotinsky en óptimas condiciones, pues su tardía llegada a suelo europeo (debido a la cancelación de los vuelos por la erupción del volcán en Islandia) tres días antes de la contienda, sumada a una lesión en su codo izquierdo, conspiraron a tal punto que los sueños del ``profe´´ se hicieron añicos.
La diferencia de velocidad, sincronización y potencia derivaron en un pleito monocorde. Plotinsky acortando distancias, partiendo primero con derecha y después, descargando voleados de la misma mano, o bien algunos ganchos, y Brahemer contragolpeaba con notable eficacia: ascendentes letales, jabs y más tarde, un zurdazo implacable sobre la mandíbula precipitó la primera caída del challenger. Sólo la campana evitó lo que, sin dudas, hubiera significado un resonante ko en el asalto inicial.
El desarrolló no varió en absoluto a medida que pasaban los minutos y Plotinsky guapeó hasta que el réferi Paul Thomas (de impecable labor) determinó el final a los 2:36 del quinto episodio.
Quizás el destino le de una revancha a Mariano Plotinsky – actual campeón argentino en los 79,378kg- . Hombre disciplinado, padre de familia y director técnico.
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