Un 1º de enero de 1956, nacía Sergio Víctor Palma en La Tigra, provincia de Chaco. Aquél hombre de raíces humildes, pero tenaz y persistente que el 9 de agosto de 1980, a los 24 años, conquistaba el campeonato mundial súpergallo de la Asociación Mundial de Boxeo luego de noquear técnicamente en el quinto round al yanqui Leo Randolph. Aquella épica batalla se concertó en la ciudad de Spokane (EEUU), no muy distante de Canadá.
Atrás habían quedado 44 combates (14 de ellos definidos antes del límite), 3 traspiés y 4 empates, para el pequeño coloso de ojos verdes y cabello abundante y enrulado, amante de la poesía y de su inseparable amiga, la guitarra.
Palma había disputado ocho meses antes en Barranquilla –Colombia-, esa misma corona. Años más tarde, al ser consultado por ese fallo (perdió en voto unánime tras 15 asaltos) afirmaría lo siguiente: ``A Cardona le gané, lo dejé KO parado. Pero le levantaron el brazo a él y yo aplaudí. Igual, interiormente sabía que el campeón mundial era yo´´
La vida le dio revancha y por esas casualidades de la vida, sería el réferi Stanley Christodolou – el mismo de Galíndez-Richie Kates I – quien en agosto alzaría el brazo del flamante campeón, Sergio Víctor Palma.
Efectuaría cinco defensas exitosas, cuatro de ellas en el mismísimo Luna Park. Para no dejar dudas, arriesgó su cetro ante el mismo Ricardo Cardona (tercer defensa) donde volvió a precipitar su triunfo antes del límite, en el duodécimo, el 15 de agosto del ´81.
La guerra de Malvinas, entre otros golpes anímicos, le provocaría tan tremendo impacto que el 12 de junio de 1982, resignó su cinturón con el dominicano Leonardo Cruz, por puntos, en decisión unánime.
Continuaría peleando, con una persistente lesión en la mano derecha, hasta el 10 de agosto de 1990. Ese día salió airoso y le puso punto final a su esforzada campaña, para darle prioridad a sus otras pasiones. Recorrió todos los estratos del periodismo: hizo radio, televisión y gráfica. Preparó a actores para papeles de boxeadores y grabó un disco con canciones propias.
Hoy en día, es común verlo en diversos festivales de boxeo a lo largo y ancho del país, con su sonrisa plena y transparente, siempre compartiendo alguna que otra anécdota, sacándose fotos o brindando consejos a las jóvenes promesas.
En este día tan especial y en modo de agradecimiento por todas las alegrías que nos ha dado y nos continúa dando,
¡ FELICIDADES PARA USTED, CAMPEÓN !
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