Eduardo Galeano, uno de los literarios más destacados de América Latina, explica la diferencia entre caridad, según expresa es humillante porque se ejerce verticalmente desde arriba; y solidaridad que es horizontal e implica respeto mutuo. El 7 de noviembre pasado en el Club Defensores de Olivos se realizó la tercera colecta a beneficio del merendero de Tartagal “Narices Chatas” y el material humano que colaboró fue a base de puro altruismo y solidaridad, porque tomaron unas horas de su día, se acercaron al gimnasio y ayudaron a la causa.
Respeto y admiración merece también el trabajo que a 1700 Km de distancia hacen los hermanos Soria al llevar adelante el merendero. Son del tipo de gente que no se queja, que hace. Son experiencias lindas cuando se logra una conexión con tantos Kms de distancia porque como diría Fabiola (la dueña del merendero) están tan al límite que “dan un paso atrás y se caen del ring”, ya que se encuentran a solo 50 Km con Bolivia. La persona que quiere entrenar en el gimnasio “Narices Chatas”, tiene que asumir un compromiso con el merendero de colaborar con lo que sea. Fabiola sostiene que al hacer que cada chico que entrena, se comprometa y ayude, los dignifica.
Por Micaela Cicioli. (http://www.medioslentos.com/content/boxeo-solidario-en-defensores-de-olivos-parte-iii)
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